PEQUEÑAS HISTORIAS
Amar antes de tiempo
Por Alex Caberta
¿Te has preguntado alguna vez por qué los viajes son tan buenos amigos de las ventanillas?
Este corazón que late algo deja. Y lo hace cada vez que es tentado por ciudades increíbles o placeres deliciosos y en muchas oportunidades pequeños. Ya sabes, tras la gloria inaudita de la piedra, el pincel, la música y la pluma, están las brisas del presente en la playa, el café de la mañana, la cerveza en bares repletos de tardecita y noches que saben conversar de verdad, hasta que casi sin dormir —apenas lo necesario— es vuelta tomar la cámara y empezarlo todo de nuevo.
Cuando llega el amanecer, le pido prestado unos rayitos de luz con los cuales pintar lo mejor posible pedacitos de la vida.
Esto que viene es Málaga, al sur de España, y por lo que pude saber antes a ella, es quien definiré como “el sol de Andalucía”. Es decir, la belleza única que aún no conozco, pero que haré lo posible por atrapar.
Y así es como espero dar una pista relevante sobre algo que creo íntimamente: que se puede amar aún antes de tiempo. Y para sincerarme, te diré que es por eso que en mi maleta solo llevo pasiones, miradas y cuentos.
En fin… aquí estamos. Encandilados por el destello rutilante de una tierra que es pura bendición caída del cielo. Y sabiendo que los viajes son tan buenos amigos de las ventanillas, porque al encontrarse no resisten abrazarse en cada encuentro como si fuera la primera vez.
Alex, jueves 28 de octubre 2021. Málaga, Andalucía, España.