CONFESIONES
La Fotografía es la memoria de la luz
Fotos y textos por Alex Caberta
¿Cómo es que la fotografía nos ha traído hasta aquí? ¿Cómo es que ciertas imágenes han transformado el presente en postales para el futuro? ¿Cómo podemos encontrarnos en fracciones de tiempo que han tenido la atrevida ambición de congelar su paso?
En virtud del desarrollo hecho por los instrumentos de la industria fotográfica para retener instantes de la maravilla de la vida (y la diversidad de sus consecuencias), los hacedores de la fotografía como profesión hemos intentado hacer que nuestras tomas alcancen audiencias explorando y explotando su natural poder de comunicación. Y nada explica mejor esta disciplina, que justamente, la propia vida de la que es testigo ocular.
En cualquier lugar del mundo, a cada momento, en ciertas milésimas de segundo, las lentes y los ojos de quienes estamos detrás de ellas hacemos lo posible para contarte algo qué está pasando o algo que estamos produciendo para ganar un espacio creativo. Y nuestro desafío es narrarlo con estilo propio bajo los límites de un rectángulo que es contenedor (y a veces bendito desborde) de un mensaje concreto.
Por eso te he invitado aquí. Porque me he preparado cuanto pude ─desde hace ya mucho tiempo─ para que la observación minuciosa y el fino amor por el detalle sean parte de nuestro encuentro. Y puedo confesarte que en el epicentro de mi plan prevalece el deseo de habitar anaqueles de tu mente.
Si puedo llamar la atención de tu sensibilidad, si llego hasta ti, si lo logro, sé que tú me lo dirás.
Yo estoy dispuesto.
Mi cámara está lista.
Y hoy puedo afirmarte lo que me llevó muchos años determinar: la Fotografía es la memoria de la luz.
─ Alex Caberta
Octubre 7, 2020